Aún recuerdo ese día!
Me levante temprano, ya que era mi ultimo día de segundo de secundaria, me duché, arregle y salí junto con mi hermano a la escuela; mi padre llegaría más tarde.
Llegue a la escuela por las 7:30, entrando vi lo poco de decoración que había: unos globos color dorado y negro, los típicos búhos graduados y un cartel. Busque a mis amigos en la entrada y no vi a el amigo que en verdad quería ver más que nunca ese día, Gerardo. Así que baje al primer patio a buscarlos. En el camino me encontré con varios amigos de tercero que se irían este año, se graduarían; los salude, platique un poco con ellos y me despedí.
Seguí buscando a mis amigos pero seguía sin encontrarlos así que decidí llamar primero a Gerardo.
-...
No contestó. Por lo que algo de mi me dijo que subiera a la entrada a ver si estaba.
Corrí, subí corriendo las escaleras y... No había nadie.
Espere, tal ves soy algo desesperada, ya me estaba hartando. Estaba por bajarme cuando me gritan
-Camargo!
Volteé y es mi mejor amigo Sergio.
-Hola!
-Hola
Nos abrazamos y bajamos a buscar a Gerardo.
Jugamos un poco, vimos unas tablas rítmicas y unas palabras dedicadas para los alumnos que se iban.
Ya me estaba preocupando por que no llegaba Gerardo, cuando veo al fin a ese amigo.
Corrí hacía él y feliz le dije.
-¡Gerardo te he estado buscando!
-He estado aquí desde las 7:00am.
-Oh... No te vi, jajajaja.
-Esta bien.
Pasamos el rato platicando cuando me acorde de su dedicatoria de Gerardo, la tenía anotada pero solo en mi celular, así que como buena persona le dije la verdad.
Fue hora de irnos a nuestros salones para recibir nuestra cartilla de calificaciones, no salí tan mal después de todo.
Lo primero que hice al salir de mi salón fue ir al de mi amigo Gerar. No estaba ahí si no en sala de maestros. Llegue hasta donde estaba y lo vi.
-¿Gerardo por que estas aquí?- le dije. En eso va saliendo nuestro profesor de matemáticas.
-Toma Gerardo y esperó que estés bien- dijo el profesor saliendo y entregandole una pequeña hoja de color.
-Oh... Ta veo.
-Gracias profesor- le agradeció Gerardo guardando el papel.
-Bueno Gerardo solo vine a despedirme de ti. Y recuerda que no es un adiós es un hasta pronto- lo abrace y por última vez me despedí.
Baje las escaleras y salí de la escuela con mi padre.
Ese segundo año lo consideró el mejor de todos. Ya que encontré verdaderos amigos y conocí varias cosas. :')
La crónica de una Cercanía Lejana
miércoles, 28 de octubre de 2015
Esto fue lo que paso
Y... ¿Qué pasó después?
Nunca olvidaré sus caras, sus expresiones que mostraron ese último dia que los volví a ver, porque esas caras, fueron resultados de toda nuestra amistad, pero no me siento tan mal porque aun así, me siento en una Cercanía Lejana.
Llegamos a mi casa, entregue todos los papeles a mi madre y me subí inmediatamente a mi cuarto a ver si de pura casualidad alguien de ellos estaba conectado, al parecer, nadie, aun era muy temprano, me acosté y me puse a pensar en todo lo que paso, este día, nunca lo olvidaría, note sus expresiones de desilusión, al notar que estas circunstancias no eran broma, note, como muy duramente, se despedían de alguien que fingían que querían, o, si querían en realidad, nunca lo averigüe.
Volví a llorar, aun que me acordara de esto, mil, dos mil veces, no podía controlar mis fuertes impulsos de llorar, mi mente me lo repetía cada minuto, cada segundo de mi vida "No es justo, tu no tienes la culpa", y lo sabía, pero no puedo enfrentarme a algo tan fuerte como eso, estaba atado de manos. Esos momentos eran cuando deseaba poder tener una varita mágica para poder cambiar el futuro o el presente, o incluso hasta el pasado, pero no puedo, el sueño se hunde en mis mas remotos pensamientos, donde ahí quedará, solo como un pensamiento ilógico, que sabemos, nunca ocurrirá.
Cada vez que me llegaba a la mente un recuerdo triste, feliz, bueno, malo, me hundía mas en mi depresión "superficial" que creía en ese momento, llegué a tal punto que me quedé dormido en minutos.
Caía en un profundo agujero, un "abismo de depresión" que no terminaba, a mis lados y hacia arriba solo veía a mis amigos flotando como fantasmas, viéndome caer, con una cara tan demacrada que las deformaba, llegué al fondo y arriba de mi se cerraron unas puertas, a los lados, encontré a mucha gente que ni conocía pero parecían estar felices, al momento, me quisieron agarrar, abrazar y hablar, eran muchas voces, no entendía lo que decían. Salí corriendo s un túnel de colores que terminaba en una pared, no había salida, las personas me seguían y no podía retroceder, se acercaron y comenzaron a tocarme, grite lo mas fuerte que pude, desperté gritando y sudando, aun con mi uniforme, y al parecer no había pasado nada de tiempo que eso pasó.
Revisé de nuevo, encontré un mensaje de mi amiga, le respondí y comenzamos a platicar, hablamos de los que nos paso saliendo de ese lugar y que hicimos, en ese momento me recuperé levemente y me di cuenta que aunque lejos estuviéramos, íbamos a tener una Conexión que nadie rompería