miércoles, 28 de octubre de 2015

Esto fue lo que paso

Aún recuerdo ese día!
Me levante temprano, ya que era mi ultimo día de segundo de secundaria, me duché, arregle y salí junto con mi hermano a la escuela; mi padre llegaría más tarde.
Llegue a la escuela por las 7:30, entrando vi lo poco de decoración que había: unos globos color dorado y negro, los típicos búhos graduados y un cartel. Busque a mis amigos en la entrada y no vi a el amigo que en verdad quería ver más que nunca ese día, Gerardo. Así que baje al primer patio a buscarlos. En el camino me encontré con varios amigos de tercero que se irían este año, se graduarían; los salude, platique un poco con ellos y me despedí.
Seguí buscando a mis amigos pero seguía sin encontrarlos así que decidí llamar primero a Gerardo.
-...
No contestó. Por lo que algo de mi me dijo que subiera a la entrada a ver si estaba.
Corrí, subí corriendo las escaleras y... No había nadie.
Espere, tal ves soy algo desesperada, ya me estaba hartando. Estaba por bajarme cuando me gritan
-Camargo!
Volteé y es mi mejor amigo Sergio.
-Hola!
-Hola
Nos abrazamos y bajamos a buscar a Gerardo.
Jugamos un poco, vimos unas tablas rítmicas y unas palabras dedicadas para los alumnos que se iban.
Ya me estaba preocupando por que no llegaba Gerardo, cuando veo al fin a ese amigo.
Corrí hacía él y feliz le dije.
-¡Gerardo te he estado buscando!  
-He estado aquí desde las 7:00am.
-Oh... No te vi, jajajaja.
-Esta bien.
Pasamos el rato platicando cuando me acorde de su dedicatoria de Gerardo, la tenía anotada pero solo en mi celular, así que como buena persona le dije la verdad.
Fue hora de irnos a nuestros salones para recibir nuestra cartilla de calificaciones, no salí tan mal después de todo.
Lo primero que hice al salir de mi salón fue ir al de mi amigo Gerar. No estaba ahí si no en sala de maestros. Llegue hasta donde estaba y lo vi.
-¿Gerardo por que estas aquí?- le dije. En eso va saliendo nuestro profesor de matemáticas.
-Toma Gerardo y esperó que estés bien- dijo el profesor saliendo y entregandole una pequeña hoja de color.
-Oh... Ta veo.
-Gracias profesor- le agradeció Gerardo guardando el papel.
-Bueno Gerardo solo vine a despedirme de ti. Y recuerda que no es un adiós es un hasta pronto- lo abrace y por última vez me despedí.
Baje las escaleras y salí de la escuela con mi padre.
Ese segundo año lo consideró el mejor de todos. Ya que encontré verdaderos amigos y conocí varias cosas. :') 

Y... ¿Qué pasó después?

Nunca olvidaré sus caras, sus expresiones que mostraron ese último dia que los volví a ver, porque esas caras, fueron resultados de toda nuestra amistad, pero no me siento tan mal porque aun así, me siento en una Cercanía Lejana.

Llegamos a mi casa, entregue todos los papeles a mi madre y me subí inmediatamente a mi cuarto a ver si de pura casualidad alguien de ellos estaba conectado, al parecer, nadie, aun era muy temprano, me acosté y me puse a pensar en todo lo que paso, este día, nunca lo olvidaría, note sus expresiones de desilusión, al notar que estas circunstancias no eran broma, note, como muy duramente, se despedían de alguien que fingían que querían, o, si querían en realidad, nunca lo averigüe.

Volví a llorar, aun que me acordara de esto, mil, dos mil veces, no podía controlar mis fuertes impulsos de llorar, mi mente me lo repetía cada minuto, cada segundo de mi vida "No es justo, tu no tienes la culpa", y lo sabía, pero no puedo enfrentarme a algo tan fuerte como eso, estaba atado de manos. Esos momentos eran cuando deseaba poder tener una varita mágica para poder cambiar el futuro o el presente, o incluso hasta el pasado, pero no puedo, el sueño se hunde en mis mas remotos pensamientos, donde ahí quedará, solo como un pensamiento ilógico, que sabemos, nunca ocurrirá.

Cada vez que me llegaba a la mente un recuerdo triste, feliz, bueno, malo, me hundía mas en mi depresión "superficial" que creía en ese momento, llegué a tal punto que me quedé dormido en minutos.

Caía en un profundo agujero, un "abismo de depresión" que no terminaba, a mis lados y hacia arriba solo veía a mis amigos flotando como fantasmas, viéndome caer, con una cara tan demacrada que las deformaba, llegué al fondo y arriba de mi se cerraron unas puertas, a los lados, encontré a mucha gente que ni conocía pero parecían estar felices, al momento, me quisieron agarrar, abrazar y hablar, eran muchas voces, no entendía lo que decían. Salí corriendo s un túnel de colores que terminaba en una pared, no había salida, las personas me seguían y no podía retroceder, se acercaron y comenzaron a tocarme, grite lo mas fuerte que pude, desperté gritando y sudando, aun con mi uniforme, y al parecer no había pasado nada de tiempo que eso pasó.

Revisé de nuevo, encontré un mensaje de mi amiga, le respondí y comenzamos a platicar, hablamos de los que nos paso saliendo de ese lugar y que hicimos, en ese momento me recuperé levemente y me di cuenta que aunque lejos estuviéramos, íbamos a tener una Conexión que nadie rompería

domingo, 25 de octubre de 2015

El inicio de Todo

Ese día me levanté temprano, me bañé y me puse el uniforme que, por 2 años había vestido, me tomé un café concentrado y me preparé para este último día.

Salímos hacia ese lugar media hora antes, llegamos a la escuela, la aprecié como nunca, todos los detalles que nunca me había dado el tiempo de ver, me percaté de que aunque fuera ya vieja, hizó que en este momento tan... díficil de mi vida, albergara riras, tristezas, enojos y otras cosas más.

Entramos a esta institución, miré a todos emocionados, ya iba a terninar su 'martirio', pero en cambio... yo lo veia al contrario, en el momento que volviera a salir de ese lugar, comenzaría mi sufrimento, ya no sería lo mismo.

Como siempre ocurre, primero era el papeleo y luego el cotorreo. Recogimos todo lo necesario, papeles, actas, boletas, todo, y luego... lo mas fuerte, vi a todos, ahí, enfrentando la realidad, me acerqué lentamente y abrazé a cada uno de ellos con fuerza, por primera vez tenia amigos, y que me querían, pero ahora, me tengo que ir, no lo pude creer, y eso que ya lo sabía.

Recordamos, muchos de nuestros  grandes momentos, nos reímos y nos abrazamos de nuevo, no podía imaginar que me depararía el futuro, ¿Que haría sin mis amigos? ¿Con quién reiría? Todo eso pasó por mi mente, y la nostalgia se apoderó de mi, me sentí mal, los abrazé mucho mas fuerte, y comenzamos a llorar, llegamos a un punto que no podíamos separarnos, pero no podía hacer nada para remediralo.

Ya era tiempo de irme,  me despedí por trigesima cuarta vez, una de ellas dijo "Bueno, recorrimos nuestro corto pero buen camino mi buen amigo, y recuerda que no es un adiós, es un... Hasta pronto"

Regresé corriendo hacia todos y nos dimos un abrazo grupal, lloré aun mas fuerte y luego me fuí, me fuí sabiendo que ninguno de ellos me abandonaría, me fuí extrañándolos, me fuí sabiendo que esto, muy en el fondo, sería una Cercanía Lejana.



CONTINUARA...